viernes, 20 de marzo de 2009

Sobre los nuevos descubrimientos científicos

¿Será acaso que nuestros científicos están aburridos?

De repente, me da la sensación de que regresan, con toda su vigencia, los mismos dilemas que le dieron vida a las revoluciones científicas de los siglos XVII, XVIII y XIX.

Y que las explicaciones, curiosamente, no se diferencian en lo fundamental de las ofrecidas ya en aquellas épocas.

Esta cuestión de que biólogos norteamericanos encontraron la base fisiológica de las creencias relgiosas, dado a conocer por La Jornada, me recuerda a la especulación de René Descartes sobre las funciones de la glándula pineal en El discurso del método, donde establece que ésta tiene como función ser el punto de contacto entre el alma (la res cogitans) y el cuerpo (res extensa).

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